En algún momento de nuestra experiencia vital cada persona que transita o que ha transitado por este plano y en especial en este planeta ha transitado por momentos de estrés, angustia, preocupación, dolor e incluso sufrimiento. Diferentes son las razones para estar en una situación de ese tipo, por ello es muy importante tomar consciencia del hecho de que independientemente de lo suceda, siempre tienes la posibilidad de elegir.
Esta afirmación no la hago al azar, ni mucho menos de manera ligera. Por el contrario, con toda la responsabilidad te puedo afirmar que siempre tienes la posibilidad de elegir porque es la verdad. Sí, sé que al leer estas líneas pueden aparecer en tu mente afirmaciones, frases y recuerdos de todo tipo en los cuales puedas creer que no tenías posibilidad de elegir. Es por ello que esta afirmación es conveniente tenerla presente.
¿De verdad siempre tenemos la posibilidad de elegir?
Permíteme profundizar en este tema para que juntos podamos descubrir nuestro poder de elección.
En todo momento, independientemente del lugar, la situación, las circunstancias, la compañía, el entorno e incluso el momento siempre estamos haciendo elecciones, bien sea de forma consciente o de manera inconsciente. Nuestras elecciones se reflejan en los resultados que obtenemos en nuestra experiencia vital.
Es tanto así que tomamos decisiones incluso al estar dormidos, pues es bien sabido que el mundo onírico es una dimensión en la cual podemos tomar acción al punto incluso de poder incidir en nuestros sueños y darles forma. ¿No me crees? Pues qué ocurre cuando tienes una pesadilla en la cual estás presente y te levantas con el estado emocional que “vivías en el sueño”. Recuerdas perfectamente lo que estabas haciendo y sintiendo ¿cierto?.
Y ¿qué me dices de los sueños lúcidos? Si has tenido la fortuna de tener la experiencia de experimentar un sueño lúcido, serás una de las personas que de manera consciente puede afirmar que siempre tienes la posibilidad de elegir. Sin embargo, este artículo no trata sobre los sueños, por ello, continuaremos ya que de los sueños podremos hablar en un artículo dedicado específicamente a ellos.
¿Qué ocurre cuando nos “vemos obligados” a hacer algo?
Por muy desafiante que pueda ser aceptarlo, estamos haciendo elecciones en todo momento. Tanto en situaciones que nos agradan, como en las situaciones que no nos gustan. Ahora bien, el detalle está en el hecho de hacerlo de forma consciente.
La mayoría de nuestras decisiones las realizamos de forma automática. Es decir, de forma inconsciente. Sobre todo en momentos de angustia, de estrés y de preocupación. La razón de ello se debe a que en esos momentos, la corteza prefrontal de nuestro cerebro (encargada de la razón, del pensamiento lógico, interpretación de la información, la planificación, entre otras) se inhibe y el control de nuestras acciones lo toma nuestro cerebro reptiliano (encargado del pensamiento y del comportamiento instintivo) con lo cual nos colocamos en estado de alerta (modo sobrevivencia) y con ello, nuestras respuestas serán de tres (3) tipos: Huir, paralizarnos o luchar.
Cuando nos encontramos en situaciones en las cuales pensamos que “no podemos elegir” o que “no podemos hacer más nada” porque “creemos que nos están obligando o que nos vemos obligados” lo que sucede es de manera inconsciente creemos que tomar una decisión diferente a la que se nos presenta como la única traerá como consecuencia un resultado que “nos perjudica” y con ello, tomamos la decisión de hacer o decir “eso que nos han obligado”.
Por lo antes descrito, me gustaría invitarte a recordar siempre esta frase:
No tomar una decisión es una decisión en sí misma. Al decidir no elegir, estamos eligiendo no elegir.
¿Qué podemos hacer para desarrollar la elección consciente?
Si has llegado a este punto del artículo, ya has comprendido que siempre estás eligiendo y decidiendo, pues tus acciones están determinadas por tu decisiones. Por ello, para ayudarte a fortalecer tu habilidad de decisión y elección consciente te comparto una lista de acciones que podrás realizar:
- Practicar la atención plena.
- Hacer pausas programadas durante el día para verificar cómo se ha desarrollado y las acciones que has realizado.
- Incluir en tu día un espacio para la práctica de la meditación.
- Antes de tomar una acción, o de decir algo, toma un minuto para:
- Parar.
- Tomar una respiración profunda.
- Hacerte la siguiente pregunta: ¿Soy consciente de lo que voy a hacer o de lo que voy a decir y de las consecuencias de mi decisión?
- Al final del día (antes de dormir), tomar unos minutos para reflexionar sobre lo que hemos dicho y hecho durante nuestro día.
- Planificar y revisar las actividades que realizaremos el día siguiente.
- En todo momento, en cada acción y en cada palabra, dar siempre lo mejor de ti.
La lista que he compartido contigo incluye algunas de las diferentes acciones que al ejecutarlas de manera consciente, te permitirán desarrollar y fortalecer tu capacidad para la toma de decisión y de elección consciente. Con ello, verás que a medida que pasa el tiempo, te has convertido en la única persona que puede asegurar tu propio éxito. Sin embargo, recuerda no tomar las cosas personalmente y la importancia de practicar la gratitud.
Para finalizar, me gustaría preguntarte ¿Te comprometes a elegir y tomar decisiones de forma consciente? ¿Tienes dificultades para elegir de forma consciente?
¡Comparte tu opinión con nosotros y este artículo con quien lo necesite!
Te leo…
