¿Has tomado el tiempo para pensar la cantidad de veces que has dejado de hacer algo con el argumento de “no hay forma de hacerlo” o “todo está en mi contra”? Si es así, entonces este artículo te interesa pues conversaremos y reflexionaremos sobre el hecho de que siempre hay manera cuando hay compromiso..
Pues sí, por muy increíble que pueda parecer para muchos de nosotros, siempre hay manera de hacer las cosas, siempre hay un camino, una opción, una vía para realizar y/o materializar esa idea, esa visión que arde con fuerza en nuestro corazón. Sin embargo, no se trata de una cuestión abstracta, “por arte de magia” o que “sucede sin más”.
Esto se debe a que para lograr que eso ocurra es necesario la combinación de varios componentes. Uno de ellos es tener presente que solo tú puedes crear tu propio éxito, es decir, que nadie harás las cosas por ti, aunque existe la posibilidad de recibir ayuda de otras personas, lo cierto es que nadie puede hacer por ti, lo que tú debes hacer por y para ti mismo.
Otro de los factores importantes es aprender a creer en ti a pesar de lo que suceda. Pues aunque tengas todo a tu favor, disponga de toda la ayuda necesaria e incluso no te falte nada, lo cierto es que si no crees en ti, no lograrás nada de lo que te propongas en la vida.
Entre otros factores, el tercero que me gustaría mencionarte y en el cual está enfocado este artículo es lo fundamental que es estar comprometidos con lo que deseamos alcanzar, construir, lograr y materializar. Pues la relación entre el compromiso y la materialización es directamente proporcional. Es decir, mientras mayor sea nuestro compromiso, mayores serán las posibilidades de materialización; no obstante, mientras menor sea nuestro compromiso, menores serán nuestras posibilidades de materialización.
Comprendiendo la importancia de estar comprometidos para avanzar, materializar y prosperar
Comencemos por el principio, ¿Qué es el compromiso? Pues bien, dentro de las diferentes definiciones que la RAE (Real Academia Española) ofrece para esta palabra, podemos tomar las siguientes tres (3), las cuales considero relevantes para el propósito y enfoque del artículo, estas son:
- Obligación contraída.
- Palabra dada.
- Acuerdo pactado entre distintas partes.
Por lo antes mencionado, podemos decir que una persona se encuentra comprometida con algo cuando cumple con sus obligaciones, con aquello que se ha propuesto o incluso cuando cumple con aquello que le ha sido encomendado (en caso de favores, o actividades laborales encomendadas).
Cuando no estamos comprometidos con eso que “tenemos que hacer” los escenarios posibles y más probables son los siguientes:
- Que las cosas salgan mal (si hacemos algo).
- Que no hagamos nada bajo diferentes justificaciones, las cuales no son más que excusas.
Ambos escenarios solo expresan la ausencia de compromiso total en nosotros. Lo más interesante aún es que las dimensiones de la falta de compromiso son mucho mayores a las que podamos pensar a primera vista, pues abarca diferentes ámbitos. Los cuales son:
- El ámbito personal: En el cual nuestro compromiso con nosotros mismos, con dar lo mejor de nosotros, con nuestro crecimiento, con nuestra ética y nuestro profesionalismo es inexistente. Es decir, la coherencia de nuestros pensamientos, valores y acciones desaparece.
- El ámbito del otro o del colectivo: En el cual restamos importancia a las posibles consecuencias y repercusiones negativas y/o perjudiciales que pueden surgir por nuestras acciones mediocres e irresponsables. Es importante mencionar que estas consecuencias tienen un impacto directo o indirecto en nosotros mismos.
- El ámbito de la vida: En el cual nuestra contribución para la construcción y resultados favorables al desarrollo, al beneficio común e incluso a la huella que deseamos dejar en el mundo se ve afectada de forma negativa, al generar caos, daño e incluso destrucción.
Compromiso para avanzar, materializar y prosperar
Si queremos experimentar una vida plena, una familia, relaciones y una sociedad sanas, es necesario que elevemos nuestro nivel de consciencia, asumiendo decisiones comprometidas en conjunto con acciones inspiradas que nos lleven del lugar en el cual nos encontramos al lugar que deseamos llegar y con ello podremos ver el abanico de opciones que aparecen para hacer posible la materialización de eso que tanto anhelamos construir, experimentar o lograr.
De manera que mi invitación para ti es a que a partir de hoy antes de asumir una tarea, antes de empezar una actividad e incluso antes de asumir un nuevo rol o una nueva posición en la empresa, antes de decir que si a alguna invitación de familiares o amigos, tengas la seguridad de que de corazón desear hacerlo, pues ello hará que tu compromiso sea fuerte y con ellos tus acciones estarán alineadas y los resultados serán de beneficio para todas las partes involucradas.
En caso contrario, es decir, si no te vas a comprometes, lo mejor es que digas que no. Con ello, estarás en coherencia con lo que sientes y lo que piensas, evitarás perjudicar a otros y sobre todos, estarás contribuyendo a la construcción de una sociedad más estable, sólida y robusta desde la coherencia individual.
Recuerda que siempre tenemos la posibilidad de elegir independientemente de las circunstancias pues como dijo el filósofo Nietzsche por allá en el siglo XIX:
“Quien tiene un porqué vivir encontrará siempre un cómo”.
Para finalizar, me gustaría preguntarte ¿Ya encontraste tu por qué o prefieres elegir excusas para justificar tu falsa de compromiso?
¡Comparte tu opinión con la comunidad y este artículo con quien lo necesite!
Te leo…
