Muchas son las ocasiones en las cuales podemos atravesar momentos desafiantes que lucen difíciles para nosotros a tal punto de creer que no hay salida o que esa situación pueda ser eterna. Por ello, comprender que cada ser humano crea su propia realidad es fundamental para nuestro bienestar personal, el desarrollo de una sociedad más saludable y en última instancia de una mejora convivencia cívica. Por ello, si eres de las personas que tiende a enfocarse en lo negativo o si conoces a alguien con esta actitud este artículo te interesa, pues hablaremos de cómo ir de víctimas a protagonistas. 

Antes de profundizar en el tema, primero es necesario comprender ¿Qué es el victimismo?, pues será el punto de partida para avanzar. El victimismo no es más que una actitud o mentalidad cuya característica principal es asumir el papel de víctima ante las circunstancias y acontecimientos de nuestra experiencia vital. Con ello, la persona que asume esta posición atribuye constantemente la responsabilidad de las dificultades a factores externos. 

Por esta razón, las personas que adoptan esta actitud tienden a enfocarse en lo negativo y su visión del mundo es desde una perspectiva derrotista, creyendo que están indefensos antes las situaciones que se les presentan y con una fuerte creencia de que “la vida es injusta” y que “los demás son culpables de sus desgracias” en lugar de asumir la responsabilidad personal que les permita avanzar y prosperar. 

 

¿Cómo podemos reconocer si hemos elegido el victimismo como actitud de vida? 

 

Una vez que conocemos lo que es el victimismo, es muy importante saber de qué forma podemos reconocer que una persona (e incluso nosotros mismos) estamos en la posición de víctima. Por ello, te comparto una lista de de las características principales de una persona que ha adoptado esta actitud: 

  • Queja constante.
    • Desventaja: Enfocarnos en lo negativo hace que entremos en un ciclo de queja y lamento constante sin tomar acciones para resolver la situación.
  • Autoimagen negativa.
    • Desventaja: Se produce una disminución de nuestra autoestima porque el victimismo nos hace sentir incapaces de lograr nuestros objetivos y metas.
  • Resistencia al cambio:
    • Desventaja: El hecho de colocar la responsabilidad en factores externos hace que nos neguemos a encontrar, aceptar y aplicar soluciones para mejorar la situación.
  • Impotencia aprendida:
    • Desventaja: Asumir una actitud victimista fortalece la creencia limitante de que “no tenemos control de nuestra experiencia vital” y nos sentimos impotentes ante cualquier posible cambio.
  • Dependencia emocional:
    • Desventaja: El victimismo hace que busquemos la aprobación, validación y la compasión de los demás para sentirnos mejor, y con ello, creamos relaciones poco saludables y dependientes.
  • Falta de responsabilidad personal:
    • Desventaja: Colocar el peso de nuestras dificultades en factores externos nos mantiene en nuestra zona de comodidad, no adquirimos nuevos conocimientos ni habilidades y nos estancamos. 
  • Percepción distorsionada de la realidad:
    • Desventaja: Tener una mentalidad victimista hace que convirtamos cada situación en una ofensa, un ataque o un problema para nosotros. 

 

Salir de víctimas a protagonistas.

 

Una vez que entendemos qué es el victimismo y hemos comprendido sus características y las desventajas que tenemos al asumir esta actitud es posible que surja la pregunta: Antoni, ¿si estoy siendo victimista hay algo malo en mí? Pues bien, te comento que nada más alejado de la realidad. Es decir, no somos “malas personas” ni “tenemos algo errado o malo en nosotros” por tener una actitud victimista. Ahora bien, como hemos visto no es la mejor de las actitudes si nuestro deseo es ir de víctimas a protagonistas de nuestra propia experiencia vital. 

Podemos elegir esta actitud si así lo deseamos. No obstante, mi sugerencia es que si hemos decidido ser victimistas, nos tomemos el tiempo necesario para hacer una pausa para reconocer el motivo por el cual hemos decidido adoptar esta actitud. Para ello, basta responder las siguientes preguntas: 

  • ¿Qué gano con esta actitud?
  • ¿A qué me estoy resistiendo?
  • ¿Qué me estoy negando a ver?
  • ¿De qué no me quiero hacer responsable?
  • ¿Deseo continuar sintiendo y experimentando esto?

 

Empoderamiento personal (Autoconocimiento + Autorreflexión).

 

Es de mucha importancia entender que ir de víctimas a protagonistas de nuestra historia no es algo que ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso que incluye diferentes factores que debemos trabajar en nosotros con el fin de lograr una mayor comprensión de nosotros mismos a través de un proceso de autorreflexión, disciplina y acciones constantes. 

El primer paso es la toma de consciencia de que las acciones y las decisiones influyen (y de hecho dan forma) a nuestra realidad. Por ello, es fundamental tener presente que siempre tenemos la posibilidad de elegir. Aceptar la responsabilidad de nuestras acciones y elecciones es de mucha importancia. 

El paso siguiente es tomarnos el tiempo necesario para explorar nuestras creencias y valores para comprender cómo influyen en la creación de nuestra realidad personal. Este proceso de autorreflexión, hecho de manera constante, nos permitirá mejorar como individuos. 

La acción siguiente en nuestro viaje de víctimas a protagonistas es desarrollar nuestra resiliencia y una mentalidad de crecimiento. Fortalecer nuestra capacidad de adaptarnos, aprender de nuestras dificultades y enfrentar y superar obstáculos en lugar de sucumbir ante ellos nos permite cultivar una actitud positiva y abierta al aprendizaje, ver los errores como oportunidades de crecimiento y de evolución personal.

Por último, es de gran importancia poner nuestro enfoque en las soluciones y establecer metas. Enfocarnos en la búsqueda de soluciones constructivas ante los desafíos nos permite establecer metas claras y desarrollar planes de acción consciente, los cuales ejecutados con disciplina y compromiso nos permitirán cambiar nuestras circunstancias y por ende transformar nuestra realidad personal.

 

Desafíos y soluciones en nuestro camino de ir de víctimas a protagonistas.

 

Todo viaje tiene sus propios desafíos y oportunidades y en este caso, ir del victimismo al empoderamiento personal no escapa de ello. Por esta razón, me gustaría compartir una lista de posibles desafíos y la propuesta de solución que nos permitirá seguir adelante y prosperar: 

 

  • Desafío: Nuestras creencias limitantes y nuestros pensamientos negativos. 
    • Solución: Incluir en nuestro día a día afirmaciones positivas y el autocuidado.
  • Desafío: La influencia negativa del entorno social.
    • Solución: Construir una red de apoyo a través de búsqueda de personas con actitudes positivas y el fortalecimiento de relaciones sanas.
  • Desafío: La falta de conocimiento y/o comprensión de la realidad de los demás.
    • Solución: Practicar la empatía y la escucha activa. Auto educarnos y participar en actividades interculturales que nos permitan ampliar nuestra perspectiva.
  • Desafío: La falta de propósito y la desmotivación.
    • Solución: Encontrar pasiones e incluso trabajar en proyectos con gran impacto para nuestra comunidad y establecer metas claras y motivadoras. 
  • Desafío: El apego al rol de víctima (ganancia escondida).
    • Solución: Buscar oportunidades de crecimiento, de aprendizaje y aceptar la responsabilidad de nuestras decisiones y de nuestras acciones. 
  • Desafío: La resistencia al cambio.
    • Solución: Practicar la flexibilidad nos permitirá estar abiertos a nuevas ideas y experiencias fortaleciendo nuestra capacidad de adaptación. 

 

El impacto de ser protagonistas en nuestro entorno.

 

Dejar el victimismo y ser protagonistas de nuestra propia historia no es una acción egoísta, pues aunque sea difícil  de creer, tomar la decisión de ir de víctimas a protagonistas incluye la responsabilidad social que como ciudadanos tenemos para con las personas que nos rodean, el resto de seres vivos, con nuestras naciones, e incluso con nuestro planeta y más allá, cuando tengamos la posibilidad de explorar nuevos latitudes y nuevos mundos. 

Como personas protagonistas y arquitectos de nuestras propias realidades debemos comprender que nuestras acciones también impactan a otros miembros de la sociedad. Por esta razón, elegir lo correcto en lugar de elegir lo que es más fácil contribuye de manera positiva, no solo a nivel individual o personal, sino también a nivel colectivo.

Otra de las formas en las cuales impactamos en nuestro entorno cuando dejamos el victimismo y decidimos ser protagonistas y actuar con virtud, es a través del fortalecimiento y la promoción de la empatía y compasión. Pues cuando somos empáticos y compasivos reconocemos que cada individuo tiene su propia realidad y perspectiva fortaleciendo nuestras relaciones y los valores  comunes, tales como: el respeto, la aceptación, la cooperación y el bienestar.

Ser protagonistas fortalece nuestra autonomía y nuestra autodeterminación. Con lo cual, al reconocer nuestra capacidad de tomar decisiones y trazar nuestro propio camino contribuimos en la construcción de una mentalidad colectiva de abundancia y de gratitud por todo lo que tenemos y por la fortuna de poder disfrutarlo. 

Finalmente, tenemos la gran oportunidad de impactar en nuestro entorno a través de una liderazgo positivo. Ser un líder que fomente el crecimiento y la autonomía inspira a otros a tomar el control de su realidad mediante nuestro ejemplo, coherencia y disciplina. 

 

Conclusión.

 

A modo de resumen, podemos ver que tomar la decisión de crear nuestra realidad personal en lugar de ser víctimas de nuestras circunstancias nos fortalece como individuos al permitirnos tomar las riendas de nuestra experiencia vital mientras que de forma simultánea nos empodera como ciudadanos contribuyendo activamente en el desarrollo de una sociedad más próspera y armoniosa.

Dicho esto, me despido compartiendo una lista de los beneficios que tendremos al dejar el victimismos y tomar la decisión de ser los arquitectos de nuestro destino y los protagonistas de nuestra propia historia: 

  1. Mayor influencia en los demás, debido a que nuestra actitud puede servir como ejemplo y motivación para los demás a tomar el control de sus vidas y ser agentes de cambio. 
  2. Crecimiento y desarrollo personal, al superar desafíos, aprendiendo de nuestros errores y sobre todo desarrollando nuevas habilidades.
  3. Mejor estabilidad y bienestar emocional, a través del desarrollo de la resiliencia y el manejo del estrés.
  4. Aumento de nuestra satisfacción personal, pues estaremos creando una realidad personal significativa, con mayor sentido, propósito y felicidad. 
  5. Fortalecimiento de nuestra toma de decisiones, con responsabilidad y alineadas a nuestros valores.
  6. Incremento de nuestro impacto positivo en la sociedad, siendo ciudadanos conscientes y contribuyendo a una sociedad más solidaria y cohesionada.

 

Y tú, ¿Ya tomaste la decisión de ser protagonista de tu propia historia?

 

¡Comparte tu opinión con nosotros y este artículo con quien lo necesite!

 

Te leo…

 

by Antoni Gonçalves

💫 Eterno Aprendiz y Optimista. 💚 Gratitud | Int. Emocional | Paz 🧿 Consciencia | Virtud | Ciudadanía 🔥 Facilitador de procesos de Transformación Personal

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