La mayoría de las personas tenemos sueños que deseamos alcanzar y metas que anhelamos cumplir. Esto hace que en ocasiones dediquemos la mayor cantidad de nuestro tiempo para trabajar en construirlos y materializarlos. Ahora bien, dependiendo de nuestro tipo de personalidad, algunas personas tenemos la tendencia más que otras a “mirar todo al mínimo detalle” de manera de asegurarnos de que “todo está perfecto”.
Sin bien este tipo de acciones son consideradas como “dañinas o malas”, lo cierto es que demuestra nuestro compromiso en querer que las cosas resulten de la mejor manera posible, lo cual puede ser considerado como “el lado positivo”.
Dicho esto, es importante mencionar que el otro lado de la moneda “el que se considera como negativo” está relacionado a que en esa búsqueda de perfección podemos caer en la trampa de estancarnos sin avances porque estamos dedicando todos nuestros esfuerzos en cosas tan pequeñas y por veces cosméticas, las cuales podrían no tener un pacto relevante en la ejecución, desarrollo y avance de nuestro proyecto.
Sin lugar a dudas, es importante buscar la excelencia en todas y cada una de nuestras actividades o acciones. Sin embargo, es aún mucho más importante mencionar que una cosa es “buscar la excelencia” y otra muy diferente es “ser perfeccionista”.
Buscar la excelencia, nos permite obtener el mejor resultado posible en un momento dado. Lo cual habla y demuestra lo importante que son para nosotros nuestras acciones. Ahora bien, cuando somos perfeccionistas ponemos tanta atención a los detalles que hasta que todo no esté tal y como nosotros deseamos, no tomamos acción. Con lo cual, corremos el riesgo de caer en lo que llamamos “La parálisis por análisis” y de esta manera quedarnos estancados sin acciones, sin avance, sin progresos.
¿Cómo saber que estoy siendo perfeccionista?
Por todo lo antes expuestos resulta fundamental saber si alguno de nosotros de manera inconsciente estamos siendo perfeccionistas y más aún si nuestro deseo es construir nuestros proyectos de manera exitosa y avanzar de manera constante en la medida de lo posible. A continuación te comparto algunas características que te permitirán reconocer si estás existe la posibilidad de que puedan desarrollar una tendencia a ser perfeccionista:
- Son mayores tus críticas a tu trabajo que el trabajo de los demás.
- Tienes la expectativa de terminar tus actividades sin ningún tipo de errores.
- Quieres hacerlo todo tú y te niegas o te cuesta delegar por pensar que nadie hará las cosas mejor que tú.
- Tienes la tendencia a cerrarte o a no aceptar las ideas u opiniones de los demás.
- Con frecuencia te encuentras procrastinando.
- Tener la creencia de que tú eres la única persona que sabe y no te equivocas.
Es muy importante mencionarte que, si alguna o varias de estas características las has encontrado en no tienes nada de que preocuparte, pues no hay nada malo contigo. Es decir, el hecho de tener alguna de estas características no quiere decir que seas una persona perfeccionista, pues lo cierto es que tendrías que analizar la frecuencia con la cual tienes estas acciones y su impacto en los avances de tus proyectos y en la obtención de resultados.
Es decir, si te das cuenta de que con mucha frecuencia tienes ciertos hábitos que hacen que tus proyectos se demoren en terminar o se retrasen, ya tienes la mitad del camino para su solución recorrido, pues solo será cuestión de que tomes un momento para analizar la causa de ese comportamiento para que luego puedas trabajar en eliminar el “el gatillo” que lo activa y finalmente eliminarlo permitiendo liberarte de esa creencia que te limita para que puedas avanzar.
Por veces, es un punto ciego para nosotros y eso dificulta que nos podamos dar cuenta de algún hábito específico. Es por ello que, contar con una red de apoyo o una persona de confianza de nuestro círculo de pares cercanos al cual podamos recurrir para solicitar su opinión y/o ayuda para descubrir esos hábitos o creencias que nos hacen retrasar nuestros proyectos.
Acciones para disminuir la tendencia al perfeccionismo
Si por alguna razón nos damos cuentas de que estamos siendo perfeccionistas, las siguientes acciones os ayudarán a ir disminuyendo esta tendencia hasta que podamos erradicarla completamente:
- Reconocer que es perfectamente normal equivocarnos y eso no es un problema.
- Trabajar en nosotros mismos para aumentar nuestra autoconfianza y nuestra seguridad.
- Desarrollar nuestra capacidad de priorizar y delegar.
- Establecer metas que sean alcanzables.
- Evitar tener expectativas demasiado altas y establecer expectativas realistas.
- Fortalece tu autoestima reconociendo tu valor por quien eres y no por lo que haces o por lo que tienes.
- Sé flexible y reconoce que hay cosas que escapan a tu control y eso no es un problema.
- Cuida que tu diálogo interno sea positivo.
- Recuerda que haces lo debido para alcanzar la excelencia, no la perfección.
- Trabaja y desarrolla tu habilidad para mantener la simplicidad.
Por lo tanto. mi invitación es a buscar la excelencia pero sin ser perfeccionistas. Pues de esa forma, tomaremos acción e iremos al encuentro de nuestro objetivo, obtendremos el mejor resultado posible, y entraremos en un avance constante. Recuerda siempre la importancia de descansar y de celebrar cada logro alcanzado para fortalecer y reforzar tu compromiso en hacer las cosas de la mejor manera posible sin la necesidad de caer en la trampa del perfeccionismo.
Ten siempre presente contigo…
La búsqueda de la perfección genera frustración.
Ahora te pregunto, ¿Estás en la disposición a comenzar a dejar el perfeccionismo?
¡Comparte tu opinión con nosotros y este mensaje con quien lo necesite!
Te leo…